Después de nueve meses esperando tener a tu bebe en brazos es difícil comprender, como algunas madres no pueden disfrutar de ese momento, viéndose envueltas en una cadena de sentimientos negativos que no pueden gestionar y que las invaden llevándolas a una depresión postparto. En algunas ocasiones la depresión puede estar justificada porque el bebé ha nacido con algún problema o porque no era deseado. Pero ¿qué ocurre con las madres que sus hijos nacen sanos y los deseaban? ¿Cómo pueden estar deprimidas en uno de los momentos más deseados por ellas?
Algunas personas pueden ver a estas nuevas mamás como malas madres que no aprecian el momento maravilloso que están viviendo, o incluso hay gente que llega a pensar que pueden estar fingiendo los síntomas para no enfrentarse a sus nuevas responsabilidades. Pero en ningún momento hay que pensar que estas mujeres son malas madres o que realmente no están pasando por una depresión, ya que este trastorno del que se siguen realizando investigaciones, puede convertirse en una enfermedad grave si no se busca la ayuda de un especialista. Por suerte este tema se está tratando cada vez más con mayor naturalidad y tanto quien lo padece como el entorno que la rodea acuden a un profesional para solucionarlo, pero aun queda una gran parte de madres que lo sufren solas y sin compartirlo con nadie por el desconocimiento del trastorno, o por vergüenza y culpabilidad de esos sentimientos y emociones encontrados que no las dejan disfrutar de la maternidad.
Para que esto cambie y tanto las madres como el entorno que las rodean tengan la información suficiente para detectar una depresión posparto y poder pedir ayuda, a continuación se van a explicar algunas de las características más destacables de este trastorno.
Tras el parto, hay mujeres que experimentan un gran cambio en su estado de ánimo, caracterizado principalmente por una grave sintomatología depresiva. Si estos síntomas no se tratan y se les presta la atención necesaria, pueden persistir durante meses invalidando a la madre y no dejándola disfrutar del momento único y especial que esta viviendo. Los síntomas que aparecen en una depresión postparto son muy similares a las de una depresión grave, nos encontramos que las mamás que padecen esta enfermedad sienten una gran tristeza, se sienten infelices y desgraciadas cuando deberían estar alegres. Esta tristeza va acompaña de irritabilidad principalmente con el marido que no suele entender que es lo que ocurre y empeora aún más la situación con las peleas y malos entendidos que puedan surgir.
La fatiga es otro de los síntomas característicos de este trastorno y aunque durante las primeras semanas tras el parto puede ser normal, no lo es cuando se prolonga mucho más en el tiempo y su intensidad va en aumento, pudiendo incluso hacer pensar a quien la padece que tiene alguna enfermedad física.
A los síntomas anteriores se añade el insomnio, la pérdida de apetito, la incapacidad para disfrutar y un gran desbordamiento. El desbordamiento hace sentir a estas madres que su vida es un caos, que no hacen las cosas bien y no saben cómo gestionar su tiempo y las nuevas tareas con el bebe. Además de todo lo explicado, la ansiedad característica de este trastorno provoca un gran mal estar a la las madres. La intensidad de esta suele ser elevada y se manifiesta a través de miedo o temor a quedarse sola con el bebe, ya que la madre no se ve capacitada para atender las demandas de su hijo o cree que puede hacer algo que lo dañe. Esta ansiedad, también puede llevar a las madres con depresión postparto a tener una preocupación excesiva por su propia salud.
Las recientes madres que padecen toda esta sintomatología llegan a sentirse distantes de su hijo, percibiéndolo como extraño, llegando a tener una gran culpabilidad por no ser una madre que adora a su bebé. Pero en otras muchas ocasiones el amor y la adoración hacia el pequeño si está, en estos casos lo que ocurre es que la madre teme por su hijo constantemente, por si muere súbitamente, por perderlo, por una infección que pueda tener el recién nacido, es decir, una sobreprotección excesiva que la hace sufrir constantemente siendo perjudicial tanto para ella como para su hijo.
Hay que aclarar, que muchos de estos síntomas, ansiedad, temor por no saber gestionar las nuevas tareas con el bebe, insomnio, falta de apetito, fatiga, desorganización…etc., aparecen en la mayoría de las madres tras el parto y es algo normal. Comenzamos a hablar de una depresión postparto cuando estos síntomas perduran en el tiempo más de lo normal, con gran intensidad e invalidando en la vida cotidiana de las madres. Normalmente una depresión postparto comienza durante el primer mes tras el parto, aunque en algunos casos pueden dar la cara tras los seis meses.
El porqué de esta enfermedad entre las mujeres no está claro, aunque en la actualidad existen diferentes investigaciones sobre el tema, aun no se ha unificado una única teoría que lo explique. No se cree que exista una sola causa sino diferentes factores que combinándose dan lugar a este trastorno. Aunque existen unos factores de riesgo que si influyen en el desarrollo de la enfermedad como, antecedentes depresivos, falta de apoyo por parte de la pareja o entorno, que el bebe sea prematuro o que nazca con alguna enfermedad, que la nueva madre hubiera perdido de pequeña a su propia madre, acontecimientos como el fallecimiento de un ser querido, perdida del trabajo, problemas económicos o de vivienda…etc. Hay que puntualizar que en algunos casos, una mujer puede padecer depresión postparto sin ninguna razón aparente.
Además de los factores de riesgo que se han nombrado, uno de los elementos a los que se les está dando importancia y se están desarrollando estudios actualmente para comprender mejor el desarrollo de esta enfermedad, son las hormonas. Los importantes cambios hormonales que sufre una mujer durante el periodo del embarazo, parto y posparto como los cambios bruscos en los niveles de estrógenos y progesterona probablemente den explicación al desarrollo de la depresión postparto.
Por todas las consecuencias negativas que provoca esta enfermedad tanto en la madre, en el niño como en la relación familiar, es importante saber reconocer y diagnosticar este tipo de depresión. Lo más habitual es que las madres no sean conscientes de que estén padeciendo esta enfermedad y pueden llegar a sentirse culpables por los sentimientos contradictorios tras el parto y hacia su hijo, por lo que cuando se sospecha de la presencia de este trastorno, hay que animar a la nueva mamá para que exprese como se siente y que acuda a un especialista. Es imprescindible ser comprensivos, con los sentimientos de las madres con este trastorno y explicarles que todo lo que les ocurre es consecuencia de la enfermedad que padece, de este modo la madre con depresión postparto se sentirá aliviada de encontrar sentido a todas las sensaciones negativas que la desbordan. Hay que explicarles también que es algo muy común y no le ocurre a ella sola.
En la actualidad hay mayor conocimiento y concienciación sobre este trastorno, pero es necesario seguir investigando y avanzando en el conocimiento de esta enfermedad, además de entender que las madres no pueden evitar encontrarse así y necesitan realmente ayuda de un profesional y el apoyo de la familia, para superar este trastorno y que pueda disfrutar y ser felices en la etapa de la maternidad.